sábado, 26 de diciembre de 2009

AYUDEMOS A LOS DEMAS Y A NOSOTROS MISMOS, CON ESPIRITU DE MANSEDUMBRE

Sección: Pensamientos Fundamentales en Nuestra Vida Diaria

Por Serafín Alarcón Carrasquillo/Noticias Sur P.R.

Gálatas 6: 1. Hermanos, sí alguno fuere sorprendido en alguna falta,
vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre,
considerándote a ti mismo, no sea que tu también seas tentado. 2.
Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de
Cristo.

Hace varios años tuve el privilegio de dirigir varios ministerios
simultáneamente en la iglesia que pertenecía. Por aquellos días sufrí una
experiencia que nunca olvidaré. Por la popularidad y el orgullo fui cayendo
en una trampa insospechada; Orgullo espiritual. Sí, comencé a sentirme y
abogarme cualidades que en verdad me quedaban demasiado grandes. Me estaba alejando de la verdad del evangelio, que es el amor de Dios, envolviéndome en un sin número de actividades religiosas carentes de inspiración y dirección del Espíritu Santo.

Un domingo después del culto dominical una amada hermana me llamó para compartir su preocupación y me dijo: Hermano Serafín, es preciso que mengües, es preciso que te cuides aun de ti mismo si deseas que lo que Cristo puso en tus manos, prospere. Fue entonces cuando comprendí la equivocada ruta que llevaba.

Ninguno de nosotros es totalmente independiente y no necesita de la ayuda y el apoyo de otras personas. El cuerpo de Cristo se distingue precisamente por esa cualidad. La iglesia, funciona solo cuando sus miembros trabajan de forma coordinada e inspirada por el amor de Cristo como vinculo perfecto. Cuando damos lo mejor de nosotros se pone manifiesto esa semilla que da fruto bueno y productivo. Entonces no necesitamos compararnos con otros pues sabemos que lo que hacemos es por el bien común de muchos y no de nosotros solamente. ¿Conoces de alguien que necesite de tu ayuda? ¿Hay alguien que requiera de un buen consejo a tiempo?

Acerquémonos pues, con humildad y compasión y ayudemos al que esté por caer. Levantemos con espíritu de mansedumbre al que ya haya caído. Que el ejemplo de Jesucristo sea nuestra fuente de inspiración para todo lo que hagamos dentro y fuera de la iglesia.

(El Autor es Misionero y Director de los Ministerios Tablitas del Señor y la Primera Iglesia Virtual).

No hay comentarios: