martes, 1 de noviembre de 2011

SETENTA VECES SIETE

                                       
Sección:  Pensamientos Fundamentales en Nuestra Vida Diaria

Por Serafín Alarcón Carrasquillo/Noticias Sur P.R.
              
Mateo 18:19-22 - Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿Cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.

Mientras caminaba una comunidad del pueblo de Patillas me percaté de una fuerte y amarga discusión entre cuatro parroquianos. La discusión fue bastante tensa y nadie parecía ceder. Finalmente el que alzaba las voz más fuerte dijo: «Estoy consciente de no soy perfecto». En ese preciso instante todos los ánimos comenzaron a tomar un matiz más suave y llevadero. El resto, reconoció que tal vez también habían fallado. En fin, que lo que parecía una controversia interminable se había convertido en una conversación civilizada.

Ya casi al terminar mi día con el sol despidiéndose en el horizonte pensaba una y otra vez la escena de aquellos hombres en el medio de la calle. Recreé como una sencilla frase conciliatoria y vestida de humildad logró cambiar el cauce malogrado de unas palabras. Palabras sí. Palabras que hieren, que encienden hogueras feroces que destruyen todo o que encuentran a su paso. Me pregunto; ¿Qué debemos hacer para llevar nuestras diferencias con otros a resoluciones más constructivas? Comprendí que una buena dosis de humildad y sincero trato puede hacer la diferencia. Arrepentirnos y tomar conciencia de que no siempre tenemos la razón nos libra de tantos males. Amados, buscar ese punto en donde me miro en el espejo de la vida, allí donde mi prójimo también se mira. Más que admitir errores, arrepentirnos significa que verdaderamente hemos tomado la decisión de gobernar nuestro ego.

Permitirle a CRISTO nos transforme de adentro hacia fuera será nuestra mejor opción. El llamado de nuestro amado Dios es a perdonar y a arrepentirnos tantas veces como fuera necesario. Setenta veces siete.

(El Autor es Misionero y Director de los Ministerios Tablitas del Señor y la Primera Iglesia Virtual).

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