Por Claudio Matos de INS para Noticias Sur P.R.
San Juan, 3 ago (INS).- Los seis desobedientes civiles que irrumpieron en el Congreso estadounidense en mayo de 2009 para reclamar la descolonización para Puerto Rico, proclamaron la exaltación de Lolita Lebrón al "Salón de los Inmortales de la Patria".
"Lolita no ha muerto, vive entre nosotros para siempre. La inspiración inigualable de su fervor patriótico, valor, entrega y sacrificio son un pebetero encendido en el infinito como faro que nos guíe en la lucha por la liberación final de las islas de Puerto Rico", manifestaron Luis Enrique Romero, María "Chabela" Rodríguez, José Rivera (Tony Mapeyé), Luis Suárez, Eugenia Pérez-Martijo y Ramón Díaz
Señalaron que "el suelo patrio" se ha sacudido con la noticia de su elevación a la eternidad, y el cielo en Puerto Rico se ha iluminado con su estrella incandescente para iluminar a perpetuidad el camino de la lucha por la libertad.
"Extendemos un abrazo solidario a los familiares y amigos cercanos que sienten el dolor de su partida física. Nos reafirmamos, sin embargo, en que su espíritu se ha derramado a lo largo y ancho de las islas. Su presencia trasciende allende los mares entre nuestros hermanos de la metrópoli del norte, y por todo el Caribe y Latinoamérica. Jamás se apagará la llama de su gesta e inmolación por la independencia de Puerto Rico", precisaron.
Por otra parte, el Partido Comunista de Puerto Rico expresó sus condolencias a la familia de Lebrón, al Partido Nacionalista y a todo el pueblo por el fallecimiento de Lebrón, a los 89 años debido a complicaciones cardiacas.
"Su ejemplo de valor y sacrificio, integridad y amor patrio vivirán por siempre en las conciencias y los corazones de su pueblo", manifestó Miguel Cruz, portavoz del Partido Comunista de Puerto Rico.
De otro lado, en Nueva York, decenas de personas se dieron cita ayer para recordar la vida de Lebrón llevándole flores y velas al Mural de Pedro Albizu y el Che Guevara localizado en el Barrio de Manhattan.
Entre poemas, discursos, rezos, bomba y plena los asistentes recordaron a Lebrón, en un improvisado altar en la acera de la 105 y 3era avenida.
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Rivera agregó que "su legado será recordado por las próximas generaciones como el símbolo de resistencia del pueblo puertorriqueño, a Lolita no la entierran, la siembran en el corazón de todos los puertorriqueños". INS
Lolita Lebrón es enterrada junto a próceres puertorriqueños
En la foto, el recién liberado prisionero político ponceño, Carlos Alberto Torres luce conmovido ante el féretro de la nacionalista Lolita Lebrón en el Ateneo Puertorriqueño, donde estuvo en capilla ardiente.
El sacerdote José Villar, nieto de Lebrón, despidió a su “abuelita”, que en 1954 lideró un asalto armado al Congreso de EE.UU. por el que cumplió 25 años de prisión, diciendo que “el día de su decisión (de participar en el asalto) se arriesgó para que todos los puertorriqueños consigan su libertad”.
El féretro con los restos de Lebrón llego acompañado de una caravana de varios miles de personas desde la Catedral de San Juan, donde se le había celebrado una misa oficiada por el Arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves, y otros doce sacerdotes, mientras se entonaban consignas como “Viva Puerto Rico libre”, “Lucha sí, entrega no” o “Qué bonita bandera la bandera puertorriqueña”.
Seis escoltas cargaban el ataúd vestidos con el antiguo uniforme nacionalista de pantalones blancos, camisa negra y gorrillas o boinas con la cruz de Malta bordada mientras decenas de personas tomaban posiciones sobre las murallas de San Juan para ver desde la altura el cementerio.
“No todos los días podemos despedir a una inmortal como lo fue Lolita”, sostuvo el presidente del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Rubén Berríos, quien se declaró amigo personal de la heroína, que fue “la mayor defensora de la independencia de Puerto Rico”, quien “entregó su vida entera a un ideal”, una “mística de esta patria” que “sembró una semilla que nunca se va a acabar hasta que Puerto Rico sea libre”.
Berríos defendió que la trascendencia de la figura de Lebrón y su legado perdurarán en el tiempo gracias a que “su ideología, su educación política, estaba basada en una ética personal íntima sacada del catolicismo de Don Pedro Albizu Campos”.
El presidente del PIP reconoció que aunque siempre había valorado y respetado la figura de Lebrón, no había comprendido su “grandeza” hasta que un día se reunió con “el compañero Avelino García”, el consejero más cercano del presidente de Brasil, Luis Inacio Lula Da Silva, para tratar de buscar el apoyo del país lusoparlante a la independencia de Puerto Rico.
Berrios contó que iba cargado de argumentos pero que García, “mano derecha del presidente”, le dijo que no tenía que explicarle nada, que sólo quería hacerle una única pregunta: “¿como está Lolita Lebrón?.
García quería saber de aquella mujer que, siendo él estudiante, un día de 1954 fue al cine “cuando no había noticieros inmediatos y pasaban las noticias antes de la película” y pusieron las imágenes de Lebrón al ser arrestada tras asaltar el Congreso.
“El cine entero, allá en Brasil, se levantó y se pudo a aplaudir a los patriotas puertorriqueños”, aseguró Berríos que le contó García.
El líder independentista consiguió el apoyo de los brasileños no por sus esfuerzos, fue “por doña Lolita que no hubo que explicar nada”.
Pero no fue el asalto al Congreso, “su gesta libertaria de ese día”, a lo que se limitó la grandeza de Lebrón, según Berríos, sino el hecho de haber tenido que “padecer durante un cuarto de siglo las condiciones más abyectas”.
Lebrón pasó más de 25 años “sin claudicar”, “tenía las llaves de su prisión, sólo tenía que decir que lo sentía, pero no quería la libertad si suponía la mínima concesión” con respecto a sus ideales, y luego, cuando regresó a Puerto Rico en 1979, “no cejó ni un solo momento en su lucha”, sostuvo Berríos de una “mujer que luchó por la libertad de la patria”.
Una de las personas que más ha luchado por la libertad de los presos políticos puertorriqueños es la abogada Jan Susler, quien dijo a INS mientras acompañaba al féretro hasta el cementerio, que Lebrón “no es una pérdida para este país. Ella sigue viva y con ella hemos ganado la patria todos los puertorriqueños, aquí y en la diáspora”. “Ella sigue viva”, insistió con la voz quebrada. INS
-------------------------> http://www.youtube.com/watch?v=JhueoKqLXOE
COMENTARIOS:
“La muerte de Lolita no es muerte, porque nunca será olvidada; se olvida a quien no ha dejado nada, ni una huella en su pueblo. Más importante es la alegría de que vivió y vive en nuestra memoria lo más importante de ella, sentimiento, corazón y alma, que es lo que nos hace humanos… Algo que jamás olvidaré es aquella mujer puertorriqueña subiendo las escalinatas de ese Capitolio yanqui con tanta dignidad, donde tantos van a mendigar, donde tantos se humillan y arrastran. Lolita iba al frente, como desesperada por llegar, a hacer lo que había que hacer” Rafael Cancel Miranda
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