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Sección: Pensamientos Fundamentales en Nuestra Vida Diaria
Por Serafín Alarcón Carrasquillo/Noticias Sur P.R.
Villa del Carmen, Ponce, Puerto Rico
Las aceras a veces se muestran a mis pasos como avenidas que insospechadamente me llevan a lugares en donde existe una profunda sed espiritual. Esa fue una de mis experiencias en la caminata de hoy. Hablaba con un hombre que con lagrimas en los ojos me confiaba que su hija se había tratado de quitar la vida el día de ayer.
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Las aceras a veces se muestran a mis pasos como avenidas que insospechadamente me llevan a lugares en donde existe una profunda sed espiritual. Esa fue una de mis experiencias en la caminata de hoy. Hablaba con un hombre que con lagrimas en los ojos me confiaba que su hija se había tratado de quitar la vida el día de ayer.
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¡Que casualidad, que llegué a esta casa hoy!… - me dije.
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Luego de hablar por un rato su llanto cesó y pudimos conversar del tema sosegadamente. Oramos y nos despedimos como si nos hubiéramos conocido toda la vida. A veces hay que escuchar a las personas, tenemos que darles espacio para que saquen para afuera todo lo que sienten y entonces ponerlos en la perspectiva correcta que no es otra que; JESUCRISTO.
Amados míos, Dios creó al universo y llamó a todo bueno. El hizo la tierra, verde y fértil; los peces y las aves. Las plantas y las flores. Y bueno, los animales poblaron la tierra. Todo haciendo de esta creación una deleitosa sinfonía. Las distintas estaciones con su peculiar personalidad, la lluvia alimentando al tierra, los ríos y los mares. Pero… Por más que nos esforcemos en alcanzar las más altas montañas de nada nos sirve si Dios no mora en nuestros corazones. Tanta belleza no se puede entender si el Espíritu de Dios no nos da esa visión de vida elevada. Claro que entiendo el dolor de aquel padre, yo también tengo hijos. Claro que puedo entender porqué algunos optan por terminar con todo. Necesitan desesperadamente un encuentro con el autor de la vida y el Consumador de nuestra salvación.
Somos responsables ante CRISTO sobre la manera en que cuidamos del regalo de vida que por su infinito amor él nos ha dado. Me pregunto; ¿A donde me llevarán las aceras que camine el día de mañana.
Amados míos, Dios creó al universo y llamó a todo bueno. El hizo la tierra, verde y fértil; los peces y las aves. Las plantas y las flores. Y bueno, los animales poblaron la tierra. Todo haciendo de esta creación una deleitosa sinfonía. Las distintas estaciones con su peculiar personalidad, la lluvia alimentando al tierra, los ríos y los mares. Pero… Por más que nos esforcemos en alcanzar las más altas montañas de nada nos sirve si Dios no mora en nuestros corazones. Tanta belleza no se puede entender si el Espíritu de Dios no nos da esa visión de vida elevada. Claro que entiendo el dolor de aquel padre, yo también tengo hijos. Claro que puedo entender porqué algunos optan por terminar con todo. Necesitan desesperadamente un encuentro con el autor de la vida y el Consumador de nuestra salvación.
Somos responsables ante CRISTO sobre la manera en que cuidamos del regalo de vida que por su infinito amor él nos ha dado. Me pregunto; ¿A donde me llevarán las aceras que camine el día de mañana.
(El Autor es Misionero y Director de los Ministerios Tablitas del Señor y la Primera Iglesia Virtual.)
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