Sección: Pensamientos Fundamentales en Nuestra Vida Diaria
Por Serafin Alarcón Carrasquillo/Noticias Sur P.R.
Apocalipsis 2:5 - Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.
Mientras caminaba la comunidad del Coco de Salinas, conocí una hermana que se preparaba para ser maestra. Me decía lo entusiasmada que estaba y como ya había planeado su lista de actividades para los niños. Algunas reglas básicas de conducta y sus consecuencias de no obedecerlas. Premiarlos si hacían algo esperado y otras consecuencias no tan agradables para cuando se comportaran mal. Al escucharle pensaba si sus técnicas de disciplina serian apropiadas. También meditaba sobre como mucha gente ve su relación con Dios en esos mismos términos.
En ocasiones cuando escucho a alguien decir que Dios envió un terremoto para castigar algún país o un huracán para enseñarle una lección a otros, pienso si verdaderamente esas personas conocen a Dios. Sin duda amados, la paga del pecado es muerte, eso es incuestionable. Todo acto malvado que hagamos ha de tener su eventual consecuencia negativa. Pero, nuestro Dios es un Dios de amor que no obra de igual manera que los hombres. Setenta veces siete exhortaba el Señor a Pedro que debíamos perdonar los que nos ofendían y pedían perdón.
El deseo eterno de Dios es que todos vayamos a él con sincero arrepentimiento. CRISTO por el perdón de nuestros pecados entregó su vida en un madero. No tengo duda de que Dios persiste en ofrecernos la libertad y el gozo de ser perdonados hoy y siempre.
(El Autor es Misionero y Director de los Ministerios Tablitas del Señor y la Primera Iglesia Virtual).
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