Por Serafín Alarcón Carrasquillo/Noticias Sur P.R. Ilustración por Facebook
Salmos 57:7 - Firme está mi corazón, oh Dios, mi corazón está firme; ¡Cantaré y entonaré salmos!
Todo lo que hago debo hacerlo con la única intención de agradar a Dios. Si deposito mis debilidades en sus manos, si reconozco que soy pecador he de ver las tentaciones en su justa perspectiva. Entonces caminaré por los senderos de la vida con libertad y confianza.A veces la gente me pregunta como puedo tener siempre animo para salir a la calle y hablar a otros de Jesús. Y bueno, la verdad es que no siempre estoy al cien. En ocasiones tenemos que esforzarnos y vencer los temores e inseguridades. Si todo alrededor nos grita y nos rechaza es obligado orar y saber esperar por el auxilio del Espíritu Santo. La ayuda del Señor nunca es inoportuna. Su sombra llega a tiempo para darnos su alivio tan útil en los calores del desierto .
Un corazón que palpita junto al nuestro, una mirada de fe que contagie al más cansado. Eso solo lo puede proveer Jesús. El está al pie del precipicio, a la orilla de la carretera echando luz a nuestros corazones a veces demasiado oscuros...
(El Autor es Misionero y Director de los Ministerios Tablitas del Señor y la Primera Iglesia Virtual).
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