Puerto Rico defiende a la rana coquí de los turistas que quieren “silenciar” su canto nocturno
Por El País / Paola Nagovitch
Un mensaje en redes sociales sobre un “spray” para callar a la ranita desata una ola de indignación en la isla, en plena crisis de masificación turística y desplazamiento forzado de sus habitantes
Domingo, 1 de junio de 2025, Nueva York - Cuando cae el sol en Puerto Rico comienza un concierto, en el que miles y miles de ranas cantan “coquí, coquí” hasta el amanecer. Es el sonido de un pequeño anfibio homónimo a ese icónico canto que es endémico de la isla y está bajo amenaza: tres de sus 17 especies ya han desaparecido y otras cuatro están en peligro de extinción. El gran culpable es el cambio climático, pero recientemente las ranitas también se enfrentan a otro agresor: el turista. Una publicación en redes sociales sobre un viajero en busca de un “spray” para callar a los coquíes ha desatado una ola de indignación entre los boricuas, para quienes la rana es un símbolo de identidad, pero también de su resistencia frente a la crisis de masificación turística y gentrificación que está causando el desplazamiento forzado de su gente y la muerte de su fauna.
Una rana arbórea coquí se asoma desde una flor de canario. Una rana arbórea coquí se asoma desde una flor de canario. Wild Horizons (Getty Images)
La polémica comenzó hace un par de semanas, después de que un usuario de la plataforma Reddit compartiera un post en un foro de más de 750.000 miembros dedicado al turismo en Puerto Rico. El turista solicitaba ayuda para lidiar con el “ruido” de los coquíes. “Escuché a una pareja en un restaurante en Condado (en San Juan, la capital) hablando sobre un spray que usaron en su Airbnb para evitar que las ranas croen toda la noche, ya que son extremadamente ruidosas, y dijeron que les funcionó. No pillé qué tipo de producto era y se fueron antes de que pudiera preguntarles, y no he encontrado nada en internet ni en tiendas.
¿Alguien sabe qué podrían estar usando?”, escribió en inglés. “Definitivamente me gustaría conseguir algo así. Me encanta la naturaleza, pero Dios mío, esas cosas son demasiado ruidosas por la noche y un poco molestas”, opinó. El hilo del post, que fue posteriormente eliminado, no tardó en llenarse de respuestas de puertorriqueños enfurecidos por lo que consideraron no solamente un ataque a una especie nativa en peligro, sino un desprecio hacia la cultura de la isla. El asunto ha ido más allá de Reddit, donde el turista parece haber borrado su cuenta. “Si no te gusta el sonido de coquí, sal de Puerto Rico”, “¿Alguien sabe de algún spray para alejar a los gringos de Puerto Rico?”, o “Edúquese y respete nuestro hogar”, son algunos de los comentarios que se han hecho en Instagram, TikTok y X. Hasta Bad Bunny, estrella mundial y orgullo de la isla, se sumó a las críticas y posteó en su historia de Instagram la parte de su canción LO QUE LE PASÓ A HAWAii donde se escucha el canto de la rana.
Es difícil precisar a qué producto se refería el turista. Lo más probable es que sea algún químico —como un pesticida o lejía— que esté matando a los coquíes, no solamente silenciándolos, explica Rafael Joglar. El profesor e investigador en el Departamento de Biología de la Universidad de Puerto Rico lleva más de cinco décadas estudiando la rana, y es el fundador de Proyecto Coquí, una organización sin fines de lucro para preservar e investigar anfibios y reptiles. “Nuestro grupo está muy alarmado porque nos preocupa que sigamos perdiendo otras especies más. Tenemos una situación delicada en Puerto Rico con los coquíes”, asegura por teléfono. De acuerdo al experto, si el coquí deja de cantar, deja de comunicarse y, por tanto, no se reproduce. Y si no se reproduce, va desapareciendo, como ya han hecho tres especies de coquí.
Solo el macho canta y en realidad tiene dos notas: el “co” y el “quí”. “El ‘co’ es para advertirle a otros machos que están cerca de que no entren en su territorio. Es un sonido que únicamente los machos pueden oír”, explica Joglar. En el caso del “quí”, es un sonido que solo oyen las hembras y “es una llamada para invitarlas a una noche de romance”. El oído humano, sin embargo, detecta ambos sonidos en el “coquí, coquí” que se repite toda la noche. El canto a veces varía si, por ejemplo, hay dos machos comunicándose; en ese caso se repite solo el “co”. O si se acerca una hembra, la rana insiste en el “quí”. “Son animales muy inteligentes”, apunta Joglar. “Se colocan en lugares estratégicos. Se meten en las ventanas de las casas, por ejemplo, o se meten en troncos de árboles, para producir un efecto de amplificación de sonido. Es como si buscaran micrófonos”.
El investigador reconoce que es un sonido que, para los extranjeros que visitan la isla, puede resultar difícil de asimilar, especialmente a la hora de dormir. “Nosotros estamos acostumbrados a estos animales culturalmente y socialmente, pero también fisiológicamente, al punto de que casi no los escuchamos. Ni nos damos cuenta de que están cantando. Pero para la persona que llegue aquí por primera vez, el sonido es bien fuerte. Y sé de gente que los mata”, señala. Joglar no ha podido comprobar cuál es el supuesto spray para callarlos, pero asegura que en sus años de investigación ha dado con casos de turistas que matan coquíes.
Video: https://www.instagram.com/p/DKDHwbORqQ6/?utm_source=ig_embed&utm_campaign=embed_video_watch_again
Ver Noticias Generales Anteriores: https://noticiassurpr.blogspot.com/2025/05/a-peticion-popular-regresa-el-aclamado.html#google_vignette
No hay comentarios:
Publicar un comentario