domingo, 14 de julio de 2013

Nunca, Nunca, Nunca olvidaré las experiencias tan crueles que viví en este colegio



Referente al enlace:  http://noticiassurpr.blogspot.com/search?q=Colegio+Ponce%C3%B1o

El 14 de junio de 2013, Cynthia Orza-Ramos dijo...

Cada cual hablará de su experiencia; y eso no necesariamente es difamación. Yo estudié en el Colegio Ponceño desde el 1984 y viví en carne propia lo que el redactor comenta. Hoy dia, soy una mujer de 34 años, pero que NUNCA, NUNCA, NUNCA olvidará las experiencias tan crueles que viví en este colegio. No conozco al autor de este reportaje, pero gracias a él puedo comenzar la sanación de lo que me hicieron: Padres escolapios, maestros (que siguen instrucciones-y van por su cheque; y consequentemente algunos padres y estudiantes también. Como dice el autor: "Allí impera la envidia y un afán de lucro crudo y descarnado." Y así es el ambiente que se respiraba, no se ahora. Me acuerdo de los hijos de los abogados,doctores o los hijos de dueños de negocios (no todos); eran bien crueles en sus tratos (bullying), pero como eran hijos de cuello blanco ($$$$$), no habian consequencias para ellos. Lo viví por muchos años, hasta que llegue al 8vo grado; traumatizada por 9 años y nadie, nadie, nadie tuvo la real vocación para salir en mi defensa, inclusive cuando me quejé de un padre escolapio que se prospasaba conmigo, me tildaron de loca y de caserío.

A los que no les gustó el comentario del autor, mis respetos; pero soy parte del sufrimiento de la clase media/baja que estudió en el Ponceño bajo opresión y discrimen.

Y yo no me escondo, yo soy Cynthia Orza-Ramos a la que le decían la africana y chaka zulu despectivamente. Gracias.

Anónimo dijo...
7/13/13-Anonimo: Si este sr. tiene o no razón yo no sé.  Si sé que el "bullying" de este colegio es real.  LO VI CON MIS OJOS.  Llevé a mi hijo a la cancha de Bélgica y un morenito flaco con afro tenía el tenis de un chico mas pequeño que trataba de quitarle el tenis en vano.  El pequeño recibió 2 bofetadas del morenito y su tenis terminó en el zafacón.  Averigué que el morenito va al 7mo grado este año, ¿Donde? En el Colegio que todos amamos tanto. Decadencia, seguro que sí.

Una Lágrima de Verguenza y Dolor

Sección:  Pensamientos Fundamentales en Nuestra Vida Diaria

Por Serafín Alarcón Carrasquillo/Noticias Sur P.R.

Mateo 28:20  …y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Mientras caminaba el barrio PASO SECO del pueblo de SANTA ISABEL me topé con la triste escena de ver dos mujeres pelearse en medio de la calle. Las palabras, la gritería de los agitadores y la pasividad de algunos en verdad me sobrecogió. Le pregunté a una de las personas el por qué de la pelea y me dijo: - Es que la rubia le quiere quitar el marido…

Amados, aquella pelea se había convertido en un circo Romano. Unos apostaban, otros agitaban, mientras las pobres mujeres se jalaban una a la otra los cabellos. Afortunadamente la policía municipal llegó para impartir orden instruyendo a todos a seguir su camino. Que calamidad, cuan angustioso debía ser para los hijos el tener que ver a su madre protagonizar aquella pelea por la infidelidad de su padre. A veces hacemos y decimos cosas sin tomar en cuenta el daño que le podemos hacer a nuestros hijos. Con nuestros actos muchas veces envenenamos sus frágiles mentes, confundiéndoles y haciéndoles pensar que los problemas se pueden resolver con violencia, mentira y engaño. Luego me dirigí a una de las damas y le entregue una tablita que decía: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Mat. 11:28.  Su mirada de pena era demasiado evidente, una lagrima saltó dejando ver su vergüenza y dolor.

Jesús no está muerto, él nos acompaña en medio de nuestras tormentas. Qué consolador es saber que Cristo comprende nuestra confusión, porque nos conoce mejor que nosotros mismos. En momentos de luchas y confusión, Dios se acerca a nosotros a través de la lectura de su Palabra y la oración. El Señor desea que sepamos que él está vivo y continúa caminando y hablando con su pueblo. A veces reconocemos su presencia a través del «silbo apacible» de la paz interior que viene en medio de la tormenta; a veces viene a través de un amigo que nos alienta. Cristo prometió llevar nuestras cargas y afanes, nos aseguró estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.

(El Autor es Misionero y Director de los Ministerios Tablitas del Señor y la Primera Iglesia Virtual).

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