sábado, 7 de noviembre de 2009

EL ODIO ES UN PROBLEMA DE SALUD


Sección: Pensamientos Fundamentales en Nuestra Vida Diaria

Por Serafín Alarcón Carrasquillo/Noticias Sur P.R.

Hay una enfermedad, una epidemia de nuestros días que no recibe la atención que debería. No es considerada como un problema de salud pública y sin embargo día tras día va añadiendo a sus estadísticas personas infectadas. ¿Su nombre? El odio. Y bueno, no existen investigaciones sanitarias sobre la prevención de esta, no existe un diagnostico certero. Su tratamiento hasta el momento sin duda ha sido pobre. Cuando uno prende la radio se expone a ser contaminado y si enciendes el televisor igual. Leer el periódico o navegar en la Web aumenta el riesgo. Cada día mas y mas nos percatamos de su alcance y como ha ido afectando a nuestra sociedad. Gente indigestada por demasiadas raíces de amargura y por tanto vació existencial que el estar cerca de ellos y prestarles demasiada atención atenta contra la salud mental y espiritual de uno. Sus palabras amargas, gestos estrujados y miradas altivas son síntomas claros de su presencia. El sujeto que odia persigue y si lo dejan se persigue. El rencor, la intolerancia y la falta de amor fraternal son manifiestas siempre. Nunca se conforma con ser infeliz hasta que no muerde a alguien y lo logra contagiar. Su pensamiento y sus acciones van solamente dirigidas a no comer y a tampoco dejar comer a otros. Todo lo ensucia con sus epítetos, todo lo mancha con el estupor que a continuo sale de su boca y sus actitudes. Huracanes que destruyen todo lo que se encuentran a su paso. Discordia y la controversia son su mejor entretenimiento.

Amados, esta terrible enfermedad esta consumiendo a nuestro país y al mundo. Una peste orientada solo a la destrucción nos amenaza en esta hora. La mentira, la depravación moral, el rencor, violencia, lascivia, borracheras, abuso de drogas, depresión, baja autoestima, inseguridad, temor, insatisfacción, envidia y auto destrucción… El insulto es valido, la insensibilidad es cotidiana. El robo y la corrupción son ya norma de gobierno. ¿Cómo enfrentar tan terrible plaga? El Odio es un problema de salud. Si, lo es... Y como cualquier problema de salud pública estamos obligados a hacer nuestra parte, es nuestra responsabilidad como Cristianos fomentar los principios bíblicos y dar buen testimonio. Hagamos planteamientos inteligentes y respetuosos y obviemos el insulto y la diatriba de aquellos que lamentablemente hayan sido infectados. Tenemos que encontrar en Cristo nuestro norte y a como predicarlo de forma real y práctica. Vivimos tiempos difíciles y se pondrán aún peor. No es tiempo de entretenimiento iglesia, no es tiempo de religiosidad y si de salir de nuestros templos a evangelizar de forma personal y menos denominaciónal. Esta enfermedad no se vence anunciando concilios, ni conciertos de música sacra. Se vence anunciando a CRISTO sin tener que recurrir a las luces y la emoción. No podemos mirar para el otro lado ante el evidente llamado que hoy nos hace Dios. Pongamos nuestras vidas en las manos de aquel que por amor un día dio su vida perdonando a todos aquellos que le odiaban.JESUCRISTO es su nombre. (El Autor es Misionero y Director de los Ministerios Tablitas del Señor y la Primera Iglesia Virtual).

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