SEAMOS SABIOS ANTES DE HABLAR

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Sección: Pensamientos Fundamentales en Nuestra Vida Diaria

Por Serafín Alarcón Carrasquillo/Noticias Sur P.R.

La puente, Guayama y barrio Coquí, Salinas, Puerto Rico

Proverbios 12:18
Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada;
Mas la lengua de los sabios es medicina.

Hace unos meses la cañería de mi casa se dañó y tuve que llamar a un plomero. Hoy visitando la comunidad el Coquí me topé con este. Conversamos un rato y me comentó que se había divorciado a penas una semana. Me decía que a veces las contiendas en los matrimonios se dan por las razones mas absurdas, por la necedad compartida. El escritor de Proverbios describe al necio como alguien «cuyas palabras son como golpes de espada». Si nos referimos a la cantidad de formas en que nos herimos y nos destruimos unos a otros, nuestra lengua puede parecerse a una espada bien afilada e inmisericorde.

El enojo, la ira, el estrés y la frustración son actitudes perjudiciales que fomentan el lenguaje áspero y tan dañino como el peor de los venenos. Cuando somos cortantes con nuestras palabras, herimos y dañamos a todos los que nos rodean, aun a los que más amamos. Con razón hay tantos divorcios y tanta contienda fraticida en nuestra sociedad. Demasiado desamor manifestado a través de nuestras palabras y actitudes necias.

¿Cómo hemos de permanecer fuera de esa conducta? Sin duda, debemos cuidarnos de lo que decimos. La murmuración y la calumnia no son aceptables, y las palabras que lesionan en vez de sanar deben ser descartadas de plano. La jactancia, la mentira y todas las otras formas en que usamos palabras para dañar o dividir deben también ser desechadas de nuestro lenguaje. En cambio, nuestras expresiones y relaciones deberían estar gobernadas por términos que transmitan amor y el poder sanador del perdón. Si somos sabios y prudentes antes de hablar seguro no irá mucho mejor.

(El Autor es Misionero y Director de los Ministerios Tablitas del Señor y la Primera Iglesia Virtual.)