Por Serafín Alarcón Carrasquillo/Noticias Sur P.R.
Lucas 10:30-33
Un hombre... cayó en manos de ladrones, los cuales ... lo despojaron, lo hirieron y se fueron dejándolo medio muerto... Pero un samaritano que iba de camino, vino cerca de él y, al verlo, fue movido a misericordia.
En mi país, cuando ocurre algún acto delictivo, la gente asume que el criminal es un adicto, un inmigrante o alguien de una clase menos privilegiada. Pero, recientemente, la historia parece demostrarnos que la maldad y la conducta antisocial no tienen preferencias raciales o de escala social. Numerosos escándalos todos los días salen a las luz publica vinculando a políticos prominentes con el narcotráfico, coroneles de la policía acusados de maltrato a sus esposas y banqueros como estrategas de las estafas mas elaboradas. Hablando con una hermana que tuvo que entregar su hogar por no poder pagar su hipoteca me di cuenta que la crisis financiera no es invento de la prensa. En verdad la sociedad esta cada día mas envuelta en todo tipo de tragedias. Y bueno, ¿qué hacemos los cristianos?
Recuerdo que me acerqué para ofrecerle las tablitas a un caballero que se bajaba de un automóvil ultimo modelo. Una casa muy bonita y bien vestido. Entonces le abordé y su respuesta fue: ¿Y tu eres cristiano? - Contesté en la afirmativa para recibir de este personaje una secuela de preguntas obligándome a sencillamente bendecirle y sacudir mis sandalias… ¿Usted me entiende? Seguro estaba frente a un religioso, a uno que prefería encontrar una excusa para criticar mi barba o mi aspecto poco esteriotipado.
Como este incidente todos los días de manera mas o menos dramática me encuentro. Sí, con gente que lamentablemente se hace llamar cristiana pero que en el fondo no son mas que entes religiosos. ¿Quien iba a pensar que sería el samaritano el que le diera ayuda a aquel judío?
Sin duda, el relato bíblico nos invita a desafiar nuestros prejuicios.¿Cuáles son los sentimientos e ideas preconcebidas que nos llevan a ser hostiles con otros? Amados, los prejuicios pueden crear miedo y a su vez discordia. Cada uno de nosotros puede ser la persona que Dios envía para dar aliento y compasión a alguien que lo necesita si echamos a un lado todos nuestros posibles prejuicios.
(El Autor es Misionero y Director de los Ministerios Tablitas del Señor y la Primera Iglesia Virtual.)
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