Sección: Pensamientos Fundamentales en Nuestra Vida Diaria
Por Serafín Alarcón Carrasquillo/Noticias Sur P.R.
Bo Paso Seco en Santa Isabel y Bo Playa en Salinas
Romanos 8:28 - Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Cuando camino las comunidades tengo la oportunidad de meditar de tantas y tantas cosas… Muchas veces vienen a mi memoria eventos del pasado. Cuando eso sucede es inevitable contrastarlos con mi presente, con lo que Jesucristo cada día va haciendo en mi vida frágil. Frágil si, así es la vida amados míos. Hoy fue un día demasiado caluroso, un día lleno de humedad y sobre todo mucho sol. Y bueno, bajo ese mismo sol hablaba con una muchacha que me pedía orase por ella y su matrimonio. Resulta que había perdido a su bebé apenas una semana. Esta amada hermana estaba sufriendo, pero sobre todo, estaba enojada con Dios.
Me dijo: - «Mi familia y mis amistades han tratado de consolarme, pero nadie me puede dar las respuestas que busco. Airada, lo confieso, me volví a Dios y le pregunté: ¿Por qué? ¿Por qué permitiste que ocurriera? ¿Por qué a mi?». Con lagrimas me contaba toda la ilusión y sueños que había puesto en aquella criaturita. Entonces le dije: - «Hija, se por experiencia propia que en la vida Dios permite que pasemos por pruebas duras con un propósito mayor. Pruebas que en el momento han de resultar como duros aguijones clavados en nuestros corazones. Permite a Jesucristo alivie tu ira, pídele que através de la lectura de la palabra, la consejería de un pastor puedas sanar». Entonces le cité Jeremías 29 :11 cuando dice: Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
El Señor entiende nuestro sufrimiento y aun cuando tenemos ira. Pero es ahí, en medio de nuestra desesperación cuando mejor él se hace evidente. Su palabra nos asegura que no hay mayor fuente de consuelo que su consejo oportuno. Por cuantas batallas no he pasado… Y aquí estoy, vivo y con muchas ganas de seguir viviendo solo por su gracia. Con el pasar del tiempo he comprendido que, aunque no se me ha prometido una vida color de rosas, JESUCRISTO quiere lo mejor para mí. Nunca hemos de entender totalmente el por qué de algunas pruebas, pero de algo estoy seguro, Dios las usará para bien en mi vida.
Cuando camino las comunidades tengo la oportunidad de meditar de tantas y tantas cosas… Muchas veces vienen a mi memoria eventos del pasado. Cuando eso sucede es inevitable contrastarlos con mi presente, con lo que Jesucristo cada día va haciendo en mi vida frágil. Frágil si, así es la vida amados míos. Hoy fue un día demasiado caluroso, un día lleno de humedad y sobre todo mucho sol. Y bueno, bajo ese mismo sol hablaba con una muchacha que me pedía orase por ella y su matrimonio. Resulta que había perdido a su bebé apenas una semana. Esta amada hermana estaba sufriendo, pero sobre todo, estaba enojada con Dios.
Me dijo: - «Mi familia y mis amistades han tratado de consolarme, pero nadie me puede dar las respuestas que busco. Airada, lo confieso, me volví a Dios y le pregunté: ¿Por qué? ¿Por qué permitiste que ocurriera? ¿Por qué a mi?». Con lagrimas me contaba toda la ilusión y sueños que había puesto en aquella criaturita. Entonces le dije: - «Hija, se por experiencia propia que en la vida Dios permite que pasemos por pruebas duras con un propósito mayor. Pruebas que en el momento han de resultar como duros aguijones clavados en nuestros corazones. Permite a Jesucristo alivie tu ira, pídele que através de la lectura de la palabra, la consejería de un pastor puedas sanar». Entonces le cité Jeremías 29 :11 cuando dice: Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
El Señor entiende nuestro sufrimiento y aun cuando tenemos ira. Pero es ahí, en medio de nuestra desesperación cuando mejor él se hace evidente. Su palabra nos asegura que no hay mayor fuente de consuelo que su consejo oportuno. Por cuantas batallas no he pasado… Y aquí estoy, vivo y con muchas ganas de seguir viviendo solo por su gracia. Con el pasar del tiempo he comprendido que, aunque no se me ha prometido una vida color de rosas, JESUCRISTO quiere lo mejor para mí. Nunca hemos de entender totalmente el por qué de algunas pruebas, pero de algo estoy seguro, Dios las usará para bien en mi vida.
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(El Autor es Misionero y Director de los Ministerios Tablitas del Señor y la Primera Iglesia Virtual).
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