Sección: Pensamientos Fundamentales en Nuestra Vida Diaria
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Por Serafín Alarcón Carrasquillo/Noticias Sur P.R.
Proverbios 22.6
Instruye al niño en su camino, y ni aun de viejo se apartará de él.
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Después de una tar
de calurosa y lluviosa en la Urbanización Bairoa de Caguas, llegué a mi casa con un fuerte dolor de cabeza y los síntomas de un fuerte catarro. Me recosté en la cama por un momento y cerré los ojos. De pronto, sentí que alguien me observaba. Era mi hijo Diego, de seis añitos, que me miraba preocupado. Tenía en sus manos el ungüento que siempre uso cuando me duele la cabeza. Me dijo: -«No te preocupes, papi, que con un poquito de esto y con la oración que le voy a hacer a Papito Dios te vas a poner bien».Aquellas palabras del Diego en verdad me conmovieron. A pesar de ser un niño tan pequeño, ya entiende el poder de la oración. Que sólo Dios nos puede sanar y sin duda hacernos felices. Pude comprobar que la semilla de la palabra de Dios que estoy tratando de sembrar en su corazón, ya ha comenzado a dar fruto.
Ahora comprendo que, cuando camino esas largas caminatas bajo el sol o la lluvia y la carga se hace un tanto pesada, puedo retirarme un poco y mirar mi vida desde la perspectiva de CRISTO. Mi esposa, mis hijos y Dios hacen que la situación se vea diferente. Dios conoce ese boceto ideal para mi vida. Desde la perspectiva de Dios, las pruebas y retos que enfrento no pueden ser tan grandes después de todo. Solo confío en Él.
(El Autor es Misionero y Director de los Ministerios Tablitas del Señor y la Primera Iglesia Virtual)
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